Tarta de queso cremosa al estilo clásico

Tarta de queso cremosa al estilo clásico

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La tarta de queso, también conocida como cheesecake, es una de las creaciones más celebradas de la repostería mundial. Su magia radica en la combinación perfecta de texturas, sabores y su capacidad para adaptarse a distintas ocasiones y culturas. Desde sus humildes orígenes hasta convertirse en un símbolo de elegancia culinaria, esta delicia ha conquistado corazones en todos los rincones del planeta.

En esta receta no solo aprenderás a preparar una tarta de queso horneada clásica, sino que también descubrirás su fascinante historia, variantes globales, ideas para personalizarla y consejos de expertos para lograr un acabado impecable. Además, incluimos enlaces y referencias útiles para que explores aún más sobre técnicas de repostería y formas de servir este postre en diferentes contextos. ¡Prepárate para convertir tu cocina en una pastelería profesional!


El Origen de la Tarta de Queso: Historia y Curiosidades

De la Antigua Grecia a la Modernidad

El cheesecake tiene sus primeras menciones documentadas en la Antigua Grecia, alrededor del año 2000 a.C., donde se preparaba un pastel de queso y miel que servía como alimento energético para atletas y como ofrenda en ceremonias religiosas. Más tarde, los romanos adoptaron esta receta, introduciendo variaciones con ingredientes como huevos y harina, lo que dio paso a un postre más sofisticado.

En la Edad Media, la tarta de queso comenzó a incorporar quesos suaves y cremosos, gracias al perfeccionamiento de técnicas de elaboración de lácteos. Con la llegada de la inmigración europea a Estados Unidos, el cheesecake tomó una nueva vida, especialmente en Nueva York, donde se popularizó el uso de queso crema en su preparación.

¿Sabías que el New York Cheesecake fue creado en la década de 1920 por Arnold Reuben, un restaurador famoso de la época? Su textura densa y su sabor cremoso se lograron gracias a la inclusión de una mayor cantidad de queso crema en la receta tradicional.


Una Receta, Miles de Variaciones

Hoy en día, la tarta de queso tiene múltiples interpretaciones en todo el mundo:

  • Tarta de queso vasca: Caramelizada por fuera y ultra cremosa por dentro, es famosa por su cocción a alta temperatura.
  • Cheesecake japonés: Ligero y esponjoso, se asemeja a un soufflé.
  • Cheesecake sin hornear: Ideal para quienes prefieren texturas suaves y menos densas, con gelatina como estabilizante.
  • Variaciones internacionales: Desde la tarta de queso con ricota italiana (torta di ricotta) hasta el käsekuchen alemán, cada cultura aporta un toque único.

Para profundizar en las diferencias entre estas versiones, consulta esta guía detallada sobre los tipos de cheesecake.

Tarta de queso cremosa al estilo clásico

Tarta de queso cremosa al estilo clásico

Receta de RobertPlato: Postre, Tarta de QuesoDificultad: Medio
Raciones

8-10

raciones
Tiempo de preparación

6

horas 
Tiempo de cocinado

1

hora 

15

minutos
Calorías

450

kcal

Estas estimaciones son aproximadas y pueden variar dependiendo de los ingredientes exactos utilizados y el tamaño de las porciones.

Ingredientes

  • Base (galletas y mantequilla):
  • 200 g de galletas tipo María o Digestive

  • 100 g de mantequilla derretida

  • 2 cucharadas de azúcar (opcional)

  • Relleno de queso:
  • 600 g de queso crema (tipo Philadelphia)

  • 200 g de azúcar

  • 3 huevos grandes

  • 1 yema de huevo

  • 200 ml de nata para montar (35% materia grasa)

  • 1 cucharada de esencia de vainilla

  • 2 cucharadas de harina de maíz (maicena)

  • Ralladura de un limón

  • Cobertura (opcional):
  • 200 g de mermelada de frutos rojos (fresa, frambuesa o arándanos)

  • 50 ml de agua

  • 1 hoja de gelatina neutra

Instrucciones

  • Preparación de la base:
  • Tritura las galletas en un procesador de alimentos o colócalas en una bolsa y aplástalas con un rodillo hasta obtener migas finas.
  • Mezcla las migas con la mantequilla derretida y el azúcar hasta formar una pasta arenosa.
  • Vierte la mezcla en un molde desmontable (de 22-24 cm de diámetro) forrado con papel de horno. Presiona firmemente con el dorso de una cuchara para formar una base compacta y uniforme.
  • Refrigera durante 30 minutos para que se endurezca.
  • Preparación del relleno:
  • Precalienta el horno a 160°C.
  • En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.
  • ñade los huevos, uno a uno, batiendo a velocidad baja para evitar introducir demasiado aire. Incorpora la yema adicional.
  • Agrega la nata, la esencia de vainilla, la harina de maíz y la ralladura de limón. Mezcla hasta integrar por completo.
  • Vierte el relleno sobre la base fría de galletas.
  • Horneado:
  • Coloca el molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente (baño maría). Esto ayudará a evitar grietas en la superficie.
  • Hornea durante 60-70 minutos o hasta que el centro esté ligeramente tembloroso al mover el molde.
  • Apaga el horno, deja la puerta entreabierta y permite que la tarta se enfríe gradualmente dentro del horno durante 1 hora.
  • Preparación de la cobertura:
  • Hidrata la hoja de gelatina en agua fría durante 5 minutos.
  • Calienta la mermelada con el agua a fuego lento hasta que se vuelva líquida. Añade la gelatina escurrida y mezcla hasta que se disuelva por completo.
  • Deja enfriar un poco y viértela sobre la tarta fría. Refrigera durante al menos 4 horas antes de servir.

Notas

  • Textura y cocción perfecta:
    La cocción en baño maría y el enfriado gradual son claves para lograr una tarta sin grietas y con una textura uniforme.
  • Variante vegana:
    Sustituye el queso crema por opciones veganas a base de anacardos o tofu, utiliza leche de coco en lugar de nata y agar-agar en lugar de gelatina para la cobertura.
  • Acompañamientos ideales:
    Sirve con café, té, o incluso con una copa de vino blanco dulce para realzar los sabores.
  • Calorías ajustadas:
    Para una versión más ligera, utiliza queso crema bajo en grasa y reduce la cantidad de azúcar en el relleno.

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